El bodegón de Felipe - Alcalá del Río, Sevilla

El Bodegón de Felipe es un restaurante situado en la C. Barca, 19, 41200 Alcalá del Río, Sevilla, España. Este establecimiento ofrece una experiencia gastronómica agradable e informal, ideal para grupos y familias con niños. Además, está dotado de estacionamiento gratuito en la calle, lo que facilita la visita.

Uno de los aspectos destacados de El Bodegón de Felipe es su amplia carta de especialidades que incluye platos saludables, aperitivos, bebidas fuertes, café, cerveza, vino y postres. El menú del restaurante abarca diferentes momentos del día, desde el almuerzo hasta la cena. El establecimiento también ofrece la opción de llevar comida y entrega a domicilio.

El Bodegón de Felipe es un lugar acogedor y agradable, que cumple con todas las medidas de higiene y seguridad necesarias para garantizar la satisfacción y bienestar de sus clientes. Aunque el ambiente es informal, también es perfecto para aquellos que buscan un poco de elegancia en su comida.

En cuanto a la aceptación por parte de los clientes, El Bodegón de Felipe cuenta con 69 valoraciones en Google My Business. La media de opinión es de 3.3/5, lo que demuestra que es un lugar con un trato cordial y servicios aceptables.

Además, El Bodegón de Felipe acepta tarjetas de crédito y se recomienda hacer una reserva previa, especialmente en días festivos o fin de semana, para evitar problemas de disponibilidad.

👍 Opiniones de El bodegón de Felipe

Guadalupe M. N. R.

2/5

Restaurante con terraza y amplio salón, cuando llegamos estaba todo lleno pero nos atendieron y en cuanto hubo una mesa libre nos sentamos. Los platos fríos salieron rápido pero luego tuvimos esperando muchísimo tiempo los demás. La comida normalita, volvería en otra ocasión para darle una segunda oportunidad

Abel C.

4/5

Muy buen local y muy buen ambiente. Excelente la pluma (aunque para mi gusto le sobra un poco de esencia de carbón de la parrilla), con un punto exquisito. Buenas raciones en general. El pulpo a la gallega, sin ser esencialmente la receta auténtica de Galicia, pero está bastante logrado.
Muy sabrosas las almejas y los calamares.
Lo recomiendo.

Franchi

3/5

La comida esta buena. Aunque tardaron bastante en traer la comida a mi hijo ya que incluso nosotros habíamos terminado ya. Muchisimo ruido dentro del establecimiento. Es aconsejable hacer reserva.

Alberto G.

5/5

Comimos con las peques. Las camareras y camareros muy atentos, la comida de una gran calidad y un precio sorprendente. Nos sorprendio para bien lo rico que estaba el pescado y la carne. Muy sabroso todo y repito, de gran calidad y unos precios normales y mas que aceptables. El unico problema por poner alguno es el ruido que se forma dentro del local como haya alguna mesa grande pero nada que no te permita comer a gusto.

Marina C.

5/5

El trato con las camareras espectacular, están siempre atentas y recogiéndonos la mesa para poder tener espacio. La calidad comida/precio están increíble. Recomiendo que los fines de semana se reserve porque siempre veo cantidad de gente allí y eso quiere decir mucho, volvería a repetir encantada

Francisco J. R. G.

3/5

No comi mal, pero como muchos locales, el servicio es mejorable. 3 veces pidió mi amigo salsa para su carne. No vino y encima nos la cobraron. Otra cosa que hicieron mal es traer el.plato para compartir a la vez que los platos individuales.

José

1/5

Pasamos de paso por Alcalá y decidimos parar en familia, fue un desastre. Llegamos de los primeros antes que se llenara y hemos tenido que levantarnos cada vez que hemos pedido una bebida, muchas camareras pero inexpertas, supongo les saldrá más barato a los dueños pero eso al final les pasa factura. La comida tarda muchísimo en llegar y calidad/precio muy normalito. Lo peor tener que levantarnos cada vez para pedir algo. No volveremos

Mariangeles D. A.

1/5

Hemos ido a comer con reserva y no volveremos, y ni siquiera se lo recomendaria a mi peor enemigo.
Teníamos reserva y, en cuanto llegamos al local, los camareros no sabían decirnos con exactitud a quién debíamos dirigirnos para preguntar por nuestra reserva.
La distancia entre las mesas era de menos de 40 centímentros, que imposibilitaba a los camareros realizar con eficacia su trabajo. Es más, uno de los camareros, al no poder pasar bien entre las mesas, tiró nuestras bebidas sobre nuestra mesa.
Hasta en 3 ocasiones pedimos dos vasos, y no nos los traían. Y hasta en otras 3 ocasiones llamamos a los camareros para que nos tomaran la comanda y no nos hacían caso. Además, había que pedirlo a los camareros que tuvieran una pda, y esos camareros no estaban pendientes de los clientes. En una de estas ocasiones, vino un camarero a tomarnos la comanda y, tras un par de segundos, dijo que venía enseguida. No lo hizo y, pasados varios minutos, dos de sus compañeros tuvieron que decirle que nos tomara nota de la comida.
En la carta no venían especificados los alérgenos, algo que ya tiene que estar recogido en todas las cartas de establecimientos de restauración en España.
En cuanto al servicio, los platos salieron con muchísima diferencia los unos de los otros, llegando a haber más de 30 minutos de diferencia entre los platos de una persona y otra. Los platos de carnes a la brasa tardaron más de media hora en llegar y, cuando lo hicieron, no estaban calientes (al menos la carne). Por otro lado, en ningún momento se pregunta por el tipo de guarnición y/o salsa que quieres, por lo que el cliente no puede evitar tampoco posibles alérgenos.
El camarero se equivocó con uno de los platos, apuntando una cosa diferente a la pedida, y no admitió su error hasta pasado un rato, porque primero decía que sí había pedido un solomillo de cerdo cuando lo que había pedido era brochetas de solomillo de cerdo. Al pedir el cambio de plato, me informa de que ya no quedan, por lo que no pude ni tan siquiera comer lo que de verdad había pedido.
La señalización de las mesas era bastante deficiente, ya que eran tapadas por la propia carta, y en unas cuantas ocasiones, los camareros han tenido que levantar el papel de la carta para ver qué mesa era la nuestra.
Dentro del propio local, había gente vapeando. Según el reglamento andaluz, no se puede vapear dentro de los locales a no ser que estén en una zona habilitada para ello. Los camareros sabían que había gente vapeando porque lo veían y no les decían nada.
Una estrella y porque menos no se pueden dar. Da igual que las fechas que son, y también que el local estuviese lleno. Precisamente es en estos momentos cuando se ve si un bar o restaurante merece la pena y, en este caso, este no lo merece.